Llegar una noche, armar un bolso, con dos o tres mudas y
partir.
Llegar a retiro subir a un tren, viajar largas horas y
llegar.
Salir de la estación de un pueblo, entrar en un bar, pedir
un café, fumar un cigarrilo y llorar.
Llorar lejos donde nadie cuestione, nadie pregunte, nadie
vea, nadie sepa quién soy, que pasa ni porque…
No quiero dar explicaciones NUNCA MÁS
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