Tienes un e-mail.

Hola.

Estaba tratando de evitar el mail, pero la verdad que me quedan cosas  y mejor que decirlas es escribirlas.

Seguro mucho de lo que leas te sonará de alguna charla anterior.

Voy a reconocer algo, que vos también dijiste y es que cuando no nos veíamos estábamos “mejor”; aunque ese “mejor” sea algo entre comillas. Voy a dejarte en paz.

Vos estas en otra relación que es la que elegiste tener, es la segunda desde que me dejaste, ósea, es más que evidente que nada tengo que hacer en el medio. Hay muchas cosas que son muy evidentes a esta altura; como por ejemplo que cuando el tiempo pasa y la respuesta sigue siendo “vos no”, hay que irse; es evidente también que se puede terminar algo sin morir en el intento; evidente es también que algo nos une y es más fuerte que nuestro propio bienestar, sino no entiendo porque volvemos (o vuelvo). Te puedo amar todavía, pero no puedo ser tan cabeza dura de no entender un NO, hay algo más, o no sé.

La cosa es que ya no importa nada de lo que nos una, ya esta, ya pasó…ya fue.

Una de las razones por la cual evitaba el mail es, que cuando ciento que me despido se parte algo dentro, pero no te preocupes porque también sé, por experiencia, que sana con el tiempo; todo cicatriza.

Te deseo lo mejor, y lo mejor no es a veces lo que tenes enfrente, lo mejor se busca, se encuentra cuando se está bien con uno mismo.

Te amo.