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Pensar con la mente, pensar con el corazón… That it`s the questions
Cada vez que imagino mis famosos diálogos, comienzo hablando con el corazón, entonces se me cae una o varias lagrimas, luego mi cabeza comienza a no soportar la idea de victima que se me crea en el interior y ataca. Es ahí cuando la lágrima se vuelve piedra como fiel medusa y así siento que me armo de un coraje y fuerza que nada, pero nada tiene que ver con aquella que empezó a hablar.
Estos diálogos imaginarios, existieron siempre, desde chica que me encierro en el baño y charlo con otro u otra. Con el tiempo entendí que eso que hago es como una especie de auto terapia.
Aunque hay algo que cambio, como bien dice el titulo, la cuestión ahora es, hablar desde el corazón o desde la razón; antes la charla desde el corazón no existía, solo razonaba fríamente y así resolvía los temas de niña. Raro por ser una niña pero entendible desde el lado maduro que creció en mi más rápido de lo debido.
Hoy a mi edad, es como recién empezar a entender que hay otro costado, un costado mucho más vulnerable, inestable y casi diría incontrolable…los sentimientos. Parece, así como lo describo que nunca sentí nada, y no, no es así; hablo de actuar, de pensar, de sentir al momento de decidir y no de razonar todo.
Hay cosas que solo se sienten, como que no tiene una razón de ser, pero ahí están, molestando, haciendo picar el alma, el cuerpo, estresando la mente; hasta que un buen día desaparece; el tiempo ayuda en eso, a que todo se vuelva ceniza, ese fuego que ardía, se vuelve cenizas.
En mi dialogo de hoy, comencé hablando con el corazón y lloraba y ¿saben qué? Hay palabras que mi boca todavía se resiste a mencionar; ni siquiera encerrada en el baño puedo decirlas.
Son palabras que me dejan desnuda frente al otro, son palabras de las que no se vuelve, son palabras que me hacen sentir una nena otra vez. Me cuesta decirlas, porque el maltrato, la discusión, la pelea la doy con los pies en la tierra, firme como fiera, segura y con temple de acero pero siendo la otra, esa que piensa antes de sentir y que ya de nena no tiene nada.

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