Querido Her:
En primer lugar no me interesa que respondas este mail.
Sentí la necesidad, de repente, de escribir lo que tantas,
tantísimas otras veces solo las dije en silencio.
Siempre que leo algún
párrafo o frases que tenga que ver con la relación hombre/mujer, recuerdo mis
sentimientos hacia vos…y como dije hace ya mucho tiempo, me sacan una sonrisa.
No tiene que ver que los recuerdos o imágenes que afloran sean buenos o malos,
sino con todo lo que sentí y siento aún por vos. Me refiero a lo profundo de
esos sentimientos, tampoco hablo de “amor” necesariamente, hay muchos otros
sentimientos que se sienten hacia alguien, yo, los estoy descubriendo.
Como te dije son frases que me hacen recordar, pensar y seguir
pensando en mí en vos y en cómo seguir.
La otra vez me dijiste por teléfono en la discusión con el
tema de la bici, que ya no me enojo, que te parecía raro que no me enoje con
vos; pensé, ¡qué poca memoria! , porque recuerdo muchísimos enojos; tal vez lo
que te preguntas es porque sigo queriendo verte a pesar de tantos disgustos. Yo
también me lo pregunto, pero recuerdo que me dijiste; también, en otra charla,” deja de buscar lógica en los
sentimientos, porque no la tiene”. Y así lo hice.
Te quiero Her es así de simple; es verdad que no puedo hablar
de “amor” pero también es verdad que siento por vos algo muy lindo, te siento
parte de mí, así de simple.
Te voy a contar algo que sueño despierta. No sé cómo definirlo
en realidad, si como deseo, ilusión, sueño.
Hace ya un tiempo me encontré imaginando una situación
cotidiana, una imagen que me venía a la cabeza; estábamos en tú casa, recién
levantados después de una noche de amor, sexo, como las que sabemos tener, vos sentado
en la pc yo en la cocina calentando la pava, era ya pasado el medio día y vos
me miras y te sonreís apoyado en el respaldo de la silla con los brazos en la
cabeza, era una sonrisa calidad tus ojos miraban directo a los míos. Una
sonrisa de paz, tranquilidad, una mirada que se sentía sincera, clara; yo te
miré y sonreí también. Es todo lo que pasa, sonrisas, miradas y una sensación
de inmensa tranquilidad.
Cuando se lo conté a Graciela, le dije que sentía como que mi
vida estaba en un momento de tranquilidad, como en una meseta, como que ambos,
al fin, nos habíamos encontrado. Tal vez recuerdes que yo siempre te digo que
andamos en caminos paralelos, que no se unen, se llegan a tocar a penas en un
punto, pero no se logran enlazar; bueno esta imagen tiene que ver con la unión
de ambos caminos, no sé si para siempre o solo por un tiempo, solo sé que ambos
sentimos paz al lado del otro y una inmensa sensación de ser amados.
En fin, tantas cosas pienso que sería difícil recordarlas
ahora.
Si te peleo, te grito, me enojo, me ofendo, me molesto es
porque nada de lo que hagas me resulta indiferente, porque te quiero.
En la misma discusión sobre la bici, me preguntaste porque
quiero estar con vos si te considero un loco, la respuesta es siempre la misma,
“te quiero” así como sos, tenes cosas que me irritan, costumbres que no me
gustan, pensamientos que no comparto, pero todo y cada una de esas cosas
conforman tu persona y así te quiero, simplemente eso.
No confundas querer verte bien con querer modificarte, verte
bien, saberte bien implica que tu cabeza este mas en orden, en el orden que tú
creas necesario, no en el mío. Verte bien implica saberte seguro, tranquilo, en
paz en tú lugar con tus cosas hasta con la gente que elijas para andar, andar
tú camino no el mío.
No creo que seas mi “universo”, tal vez lo fuiste, pero sabes
que mi vida no es cíclica , como alguna vez me dijiste que es la tuya, para mí
las cosas siguen andando, se siguen modificando, nada, absolutamente nada puede
ser igual a algo ya vivido algo pasado. Mis ideas cambian, mis días jamás
fueron iguales y no hablo de rutina sino de humor, ganas, fuerza, creencias y
bla bla bla…
No te voy a mentir, cuando me imagino en pareja, me imagino a
tu lado, pero no sé cómo explicarlo bien, porque el que imagino no sos vos tal
cual, sino ese que todavía espero poder llegara a conocer.
Tal vez tenga que ver con tu crecimiento y mi necesidad de
seguir rompiendo moldes, estructura que solo existe en mi cabeza; tal vez ese
sea el momento donde nuestros caminos se unen en un trazo.
Yo sé que vos me queres tanto como yo a vos; pero creo que lo
que nos separa, cada vez más rápido, es la falta de honestidad; nada se
construye sin esa base, se termina cayendo a pedazos tarde o temprano, supongo
que ya te diste cuenta.
Te cuento algo más, cuando Graciela puso en palabras mi tema
sexual con vos, empecé a masticarlo y sé que ya no existe esa necesidad que
tenía antes, casi insoportable, de
amarte, para poder sentir esa plenitud en la cama, esa plenitud que
tanto anhelo. Ahora sé y lo más importante “siento” que puedo llegar a eso con
alguien más, porque esa capacidad esta en mí, no en el otro. Guillermo me dijo,
apenas me escucho, que él tampoco implicaba peligro, porque también puedo
compararlo con un niño; pero hay diferencia, él tiene un cuerpo débil en la
cama pero lo siento un hombre fuera de ella; en cambio a vos no. A vos te ame y
no saliste de mi alma, a él a pesar de completar muchos más casilleros, no
logro amarlo.
Me llene la cabecita con buenas ideas, buenos pensamientos, me
llene de ganas de que resulte, te juro que intente…pero no logro sentir nada
más que un gran cariño y respeto, no puedo formar nada con nadie que no sienta
amar; así de simple, así de triste y así de complicado.
Sé que vamos a seguir conectados de alguna manera, yo necesito
de vos para seguir aprendiendo a caminar con más soltura y sé que vos necesitas
de mí para, vaya a saber qué.
Otra cosita que me gustaría que sepas.
Hasta el día de hoy lamento no haber tenido la entereza
necesaria para no abortar; la primera vez lo sentí como un desgarro, me dolió
muchísimo; la segunda vez, no estaba bien, mi cabeza estaba hecha pedazos, mi
cuerpo sin fuerzas; pero ¿sabes qué? Si en algún momento esa segunda vez me
hubiera acordado de tú vieja, hubiera seguido adelante sabiendo que ella me iba
a sostener, hablo de un sostén afectivo, que vos no podías darme y claro, la
ayuda necesaria que todo embarazo requiere.
En fin, querido Her, esto es solo un pedazo de las cosas que
andan por mi cabeza, como siempre, es un placer poder compartirlas con vos.
Te quiero y la verdad, no sé qué mierda tenes que hacer, más
de lo que ya hiciste, para que te borre de mi vida.
Ojala entiendas que no te estoy reclamando el amor de pareja,
si no el amor el respeto y la honestidad que tiene que haber entre dos personas
que se quieren tanto, como yo te quiero a vos.
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